Ante las últimas medidas adoptadas por el Gobierno y anunciadas esta misma tarde por el Presidente del Gobierno, desde COMEVA queremos poner de manifiesto la situación en la que pueden encontrarse nuestros colegiados.

Llevamos, al igual que otros colectivos con actividades similares a las de nuestros colegiados, solicitando y poniendo de manifiesto la necesidad de ampliar los plazos de presentación de impuestos ante la situación provocada por el COVID-19.

La actividad del asesoramiento de empresas en cualquiera de sus áreas requiere un alto grado de implicación y calidad por parte de los asesores y en la situación en la que nos encontramos es muy complicado que este servicio pueda prestarse de la forma que habitualmente se presta. Las consecuencias que puede acarrear prestar estos servicios en las condiciones en las que se están prestando, tanto a las empresas como a sus asesores, pueden tener funestas consecuencias porque, por muy buena voluntad que tengan las administraciones públicas, los errores se pagan, como ha pasado hasta la fecha, en la que los errores nunca han sido considerados así por la administración pública y han acarreado el pago de sanciones por parte de las empresas o los empresarios individuales.

Las medidas anunciadas por el Gobierno el sábado 28 van a impedir que los trabajadores de las empresas que realicen actividades de las consideradas no esenciales, puedan asistir a su puesto de trabajo el lunes por la mañana, lo que en un primer momento puede tener unos efectos sobre toda la sociedad que desconocemos si el Gobierno ha tenido en cuenta.

Pese a que algunas empresas puedan seguir realizando parte de su labor esencial por medio de teletrabajo, es posible que no hayan podido preparar todo lo necesario para hacerlo adecuadamente. Es posible que este mismo mes de marzo, haya empresas que ni tan siquiera puedan pagar las nóminas de sus trabajadores por varios motivos. Uno que no las hayan recibido desde los despachos de asesoramiento; otro, que habiéndolas recibido todavía no se haya preparado el pago de las mismas y que los responsables de hacerlo no tengan acceso a los medios necesarios para hacerlo.

Poniendo la vista en unos días más allá, el mes de abril es uno de los meses que, durante el año, la práctica totalidad de las empresas de nuestro país, liquidan sus impuestos, para lo que requieren el trabajo de sus asesores.

Ese trabajo de asesoramiento es el que desempeñan los colegiados de COMEVA, servicio que, dado que no se ha concedido moratoria alguna para dichas liquidaciones, deberá prestarse en unas condiciones que, si ya eran complejas, ahora lo hace prácticamente imposible. En este sentido, hay empresas que liquidan impuestos (IVA e IRPF principalmente) de forma mensual y este mes de marzo ya se han presentado y liquidado en una situación con grado de confinamiento inferior al que se ha anunciado a partir del lunes. No podemos olvidar que estos trabajos precisan la revisión y gestión de multitud de documentos que, si en situación normal puede ser complejo, con las complicaciones actuales se hace prácticamente inviable.

Tampoco podemos olvidar el trabajo que algunos compañeros están realizando ya en la actualidad bajo una presión importante y contra reloj. Actualmente existen despachos profesionales preparando los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) que les han encomendado sus clientes por cumplir con los requisitos establecidos en la normativa aprobada por el Gobierno, con la urgencia que requiere la situación que nos está tocando vivir. ¿Qué va a pasar con estos trabajos que pueden estar sin finalizar? ¿Qué va a pasar con los compromisos adquiridos por los profesionales con sus clientes y que requieren de una presentación en un periodo de tiempo escaso y que está llegando a su fin? ¿Qué va a pasar con las propias empresas que no van a poder ver sus expedientes tramitados por imposibilidad de asistir a su puesto de trabajo los profesionales que están realizando el trabajo? ¿Qué va a pasar con la responsabilidad de esos profesionales?

Por todo ello y dado que en diferentes ocasiones ya se nos ha comunicado la negativa del Gobierno a ampliar el plazo para la presentación de las autoliquidaciones del mes de abril, exigimos que se considere la actividad que venimos desarrollando como actividad esencial, de forma que, al menos, podamos tener acceso a las herramientas de las que disponemos en nuestros despachos y podamos minimizar, en la medida de los posible, los perjuicios que pueden causarse a las empresas, que no podemos olvidar que son las que mueven la economía de este país.

Por último, reiteramos lo ya solicitado en diferentes ocasiones, exigimos un mínimo respeto para los profesionales a los que representamos y, por supuesto, para los contribuyentes, facilitando las herramientas necesarias con el fin de poder realizar y presentar estas declaraciones de la forma más correcta que esta situación permita. Recuérdese que no pedimos exención de pagos, pedimos aplazamiento en la realización material de las declaraciones y su presentación, ya que en el escenario que se plantea, es el propio de una limitación absoluta al alcance de los profesionales en la ejecución de sus trabajos.

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