Ofrecer horarios flexibles a tus empleados puede ser una de las medidas más eficaces para mejorar la competitividad de tu empresa. Así lo asegura el último informe del Grupo Adecco e Infoempleo, basado en encuestas a las empresas más representativas del tejido productivo español. Según este análisis, del que hoy nos hacemos eco, un 56,47% de las compañías consultadas considera que ofrecer flexibilidad horaria a sus trabajadores beneficia claramente la competitividad de sus organizaciones. Una ventaja que, según un 32,94% de los encuestados, se incrementaría si se incluye la posibilidad de teletrabajar.
La flexibilidad se convierte, por tanto, en un objetivo prioritario de las estrategias que buscan mejorar el rendimiento y mantener una ventaja sobre la competencia. Esta práctica promueve un entorno de trabajo más equilibrado e impulsa la productividad y el compromiso de los empleados con su empresa.
¿Qué es la flexibilidad horaria?
Cuando hablamos de flexibilidad horaria nos referimos a la capacidad de los empleados para gestionar su tiempo de trabajo, de manera que sea capaz de conciliar su vida personal y familiar. Esta flexibilidad se puede manifestar de maneras diferentes, tales como los horarios de trabajo variables, el teletrabajo o las reducciones de jornada en períodos concretos.
La principal ventaja que ofrece esta política es la creación de un entorno laboral en el que se reconocen y valoran las necesidades personales de los empleados, lo que se traduce en un mayor bienestar y satisfacción laboral de los mismos. Los trabajadores que disfrutan de este horario flexible suelen sufrir menos estrés y agotamiento, lo que redunda en beneficios para la empresa, tales como una mayor productividad y eficiencia.
Ventajas de la jornada flexible para las empresas
Las empresas que han adoptado esta práctica han percibido mejoras importantes en la reducción del absentismo, la retención del talento y el incremento de la motivación de sus empleados y equipos.
Si un trabajador sabe que a su empresa no solo le importa los resultados, sino también sus empleados, la salud de los mismos y el bienestar de sus familias, será mucho más productivo. Al sentirse valorado y cuidado, será más feliz y se sentirá mucho más comprometido con la compañía, buscará cómo hacer mejor su trabajo y esto se traducirá en beneficios para la empresa.
Por otra parte, las empresas que ofrecen flexibilidad horaria se posicionan como empleadores atractivos y serán mucho más capaces de captar profesionales altamente cualificados, que buscan un equilibrio entre la vida profesional y laboral. Las compañías pueden así contratar un abanico mucho más amplio de trabajadores, no solo en sentido laboral sino también geográfico. Se abre la posibilidad de contar con profesionales de todo el mundo y de todos los sectores profesionales. Al poder contratar trabajadores remotos, las empresas crecen mucho más rápidamente que las que tienen todo su personal ubicado en una oficina.
La flexibilidad también permite a las empresas adaptarse mucho más fácil y rápidamente a los cambios en la demanda del mercado. Al no estar limitadas por un horario fijo, pueden reorganizar sus recursos y equipos para dar una rápida, eficiente y ágil respuesta a las nuevas oportunidades y desafíos.
Por último, un horario flexible o la posibilidad de trabajar en remoto reduce drásticamente los traslados diarios a la oficina y con ello las emisiones de CO2 y el impacto que éstas tienen en el medio ambiente. Con cada trabajador que no tiene que desplazarse a la oficina se reduce el impacto ambiental de la empresa. Al convertirse en una organización responsable y comprometida con la ecología la empresa sumará otro importante beneficio: la mejora de su imagen de marca.
Beneficios para los empleados
Sin duda, la principal ventaja de la flexibilidad laboral es la mejora de la conciliación entre la vida profesional y personal o familiar, lo que se traduce en mayor bienestar, menor estrés y más satisfacción laboral.
Por otra parte, al controlar su propio horario, los trabajadores pueden organizar su jornada de manera que se reduzca el número de traslados, lo que no solo redunda en una mayor tranquilidad y aprovechamiento del tiempo, sino también en una reducción de los costos del transporte.
Pero, más allá de esta incuestionable mejora de la conciliación, un horario flexible también permite trabajar a los empleados cuando saben que son más productivos y rinden más. Al enfrentarse al trabajo de forma personalizada, trabajará con más ganas y su rendimiento y productividad será mucho mayor.
En resumen, diseñar un plan de flexibilidad adaptado a tu empresa es fundamental para aumentar la productividad de tus trabajadores, mejorar la competitividad de la compañía y lograr el máximo rendimiento de la misma. Si bien se deben diseñar las estrategias y políticas de flexibilidad en función de las características, necesidades y objetivos de cada organización, de lo que no hay duda es de que las políticas conciliadoras se traducen en beneficios, tanto para los trabajadores como para la propia empresa.