Las nuevas cuotas de autónomos que plantea el ejecutivo de Pedro Sánchez para el periodo 2023-2031 no están dejando indiferente a nadie. Hablamos de un cambio drástico de reglas, tanto para autónomos como para emprendedores, que sin duda tendrá un enrome impacto en la economía española de los próximos años y muy concretamente en la de los colectivos antes citados. En resumen, esta propuesta contempla que de los 294 euros actuales de cuota fija mínima se pasará a un sistema progresivo de 13 tramos en función de los ingresos, que se implantará a lo largo de 9 años, de manera que en 2031 la cuota de autónomos variará entre 184 y 1.267 euros.

Al estar todavía en fase de tramitación, queda un margen para la esperanza, ya que todavía hay tiempo para adaptar y mejorar una propuesta que, a día de hoy, cuenta con muchos más detractores que defensores.

Motivos en contra de la propuesta de nuevas cuotas de autónomos

Mismas obligaciones para dos realidades laborales totalmente distintas. La propuesta iguala las obligaciones del autónomo con el régimen general, dado que las cuotas planteadas implican llegar casi al 28,3%, que en el régimen general se cotiza por contingencias comunes.

No valora el riesgo de emprender. Las cuotas propuestas no tienen en cuenta la incertidumbre de ingresos, el estrés, la continua reinvención, las horas extras de trabajo o la casi inexistencia de vacaciones. Del mismo modo, no se contempla el papel de los autónomos como dinamizadores de la actividad y el empleo o que no se pueden acoger a los beneficios de convenios colectivos o trienios.

Desincentiva el emprendimiento y el autoempleo. La propuesta del gobierno acaba con una de las pocas ventajas que tienen los autónomos: la flexibilidad de elegir entre más ingresos a corto plazo (para reinvertir o tener un colchón de seguridad) o más pensiones y prestaciones. Es decir, se pierde la flexibilidad de elegir qué hacer con lo que se gana: ahorrar, reinvertir o contratar planes de pensiones o seguros privados.

Dificulta la contratación. Si estas cuotas salen adelante, el autónomo tendrá mucho más difícil contratar a otros trabajadores y crear empleo, pues subirán sus costes.

Subida de precios. Para mantener su poder adquisitivo, los autónomos tendrán que aumentar sus tarifas y esto no siempre será posible, pues muchos de sus clientes no podrán soportar este incremento de los precios. Y en el caso de que sí se pueda subir estos precios también se incrementará la inflación.

Incentivo a la economía sumergida. En el caso de los que más ganan, será la manera más fácil de contener los ingresos “oficiales” para no tener que saltar de tramo y pagar mucho más. Por otra parte, los que menos ganan también esconderán parte de sus ingresos, pues la cuota sigue siendo muy alta para sus cortos beneficios.

El paro no aparece contemplado. De hecho, el ejecutivo de Pedro Sánchez no se ha pronunciado al respecto, por lo que se entiende que seguirá siendo una cotización adicional como hasta ahora, con derecho a unas prestaciones muy limitadas.

Ausencia de consenso. Un cambio estructural de estas dimensiones debería ser pactado por los principales grupos políticos y los representantes de los autónomos.

Contras de las nuevas cuotas en lo que respecta a las cuantías

Capítulo a parte merecen los contras en lo que respecta a las cuantías de las cuotas de autónomos propuestas para el periodo 2023-2031:

Poca y tardía rebaja para los que menos ganan. La bajada es muy inferior a lo que se esperaba. Por ejemplo, si un autónomo gana 750 euros continuará pagando 244,80 euros, lo que en absoluto es un incentivo al trabajo por cuenta propia. Y quienes ganen menos de 600 euros, continuarán pagando 232,60 euros en 2027, teniendo que esperar a 2031 para acogerse a la cuota mínima de 183,60 euros. Por tanto, si es cierta la afirmación del gobierno de que dos tercios de los trabajadores autónomos se beneficiarán de las nuevas cuotas, también será una realidad que esos dos tercios no llegarán ni al salario mínimo.

Gran subida para los autónomos de clase media. El salario medio en 2020 fue de 2.038 euros brutos. Un autónomo que, tras gastos, llegue a esa cifra tendrá que abonar 474 euros al mes en 2027 y 596,70 euros al mes en 2031, es decir, el doble. Esto supone una subida de 3.636 euros al año. De este modo, para mantener dichos ingresos, equivalentes al salario medio, debería obtener unos ingresos de unos 2.898 euros, pero esto supondrá que saltará de tramo y tendrá que pagar una cuota de 860 euros al mes. Y no hablamos de los innumerables gastos fijos que también tendríamos que descontar.

Incremento alto para quienes más ganan. El impacto en este grupo es todavía mayor, ya que un autónomo que gane 4.000 euros al mes deberá pagar 474 euros de cuota en 2027, pero esta cifra se disparará en 2031 hasta los 1.123 euros.

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