El Covid-19 y su repercusión en nuestra salud física y psicológica, en la economía o en la situación laboral de millones de personas en todo el mundo ha generado una nueva realidad que va a trasformar el comportamiento y la forma de comprar de los consumidores.
La preocupación por mantenernos sanos, el incremento de la teleformación o el teletrabajo y la nueva forma de socializar está provocando un cambio, que hará que los negocios postcovid se vean obligados a transformarse. Debemos tener claro que hay cambios que han llegado para quedarse: la consolidación de los canales online, incluso entre los más mayores; las nuevas exigencias de compra, que están llevando a la digitalización de las mismas o los nuevos servicios a domicilio; los modelos de compra que requieren una producción de menor riesgo, con cadenas de producción más cortas y menos globalizadas o la aceleración del cambio en el marketing, donde el protagonismo de las redes sociales o los influencers despega, son buenos ejemplos de ello.
Si bien es cierto que la pandemia ha obligado a cerrar muchos negocios, no lo es menos que esta crisis también puede ser una oportunidad única para emprender. Lo que deben tener claro todos aquellos que se atrevan a adentrarse en el mundo empresarial en este momento, es que el éxito pasa obligatoriamente por apostar por la digitalización. Sin duda, será uno de los pilares del futuro de cualquier empresa, pero existen otras claves que garantizarán la rentabilidad y continuidad de la misma. Hoy nos hacemos eco de algunos de los consejos que recoge Judit Català, consultora de negocios y marketing y CEO de XL-Yourself, en su libro “Exert@ millonari@“, sobre como ganar dinero, tiempo y libertad vendiendo productos digitales:
Consejos para emprender
- Averigua en qué eres bueno. Todos tenemos algo que nos hace especiales. Una cualidad o habilidad que destaca entre los demás. Debes buscarla y encontrarla y si no lo consigues, pregunta a tu gente de confianza. Seguro que tienes algo que ofrecer, independientemente de la experiencia que tengas.
- Busca tu nicho. Encuentra qué necesidad concreta vas a cubrir y quien es el potencial consumidor a quien te vas a dirigir. Tu nicho se encuentra en la intersección entre tus habilidades y lo que está demandando el mercado. Debes intentar que no sea muy genérico, especializarte en algo concreto. Y si no tienes claro si un nicho efectivamente lo es, pregúntate si es susceptible de generar una comunidad de interés. Si es así, has encontrado tu hueco en el mercado.
- Define tu propuesta de valor. Debes vender soluciones concretas a problemas concretos. “Yo soy tal y ayudo a resolver tal cosa…”. No olvides que no vendes productos sino soluciones.
- Entra en la mente del potencial cliente. Conoce sus anhelos, sus pesadillas, sus sueños… Te puede ayudar buscar en Google, en foros o en redes sociales.
- Estructura tu oferta. ¿Cuánto tiempo es necesario para que el cliente consiga el resultado que prometes? Descompón el producto en unidades y ponlo en un calendario.
- Lánzalo cuanto antes. No hace falta que sea perfecto. No esperes. Lanza un producto mínimo viable y luego ve mejorándolo con el feedback de los primeros clientes.
- No crees el producto hasta que esté vendido. Debes tener claro lo que quieres ofrecer pero no elaborarlo hasta que tengas claro que habrá gente que lo compre. Debes averiguar, sin género de dudas, que hay alguien dispuesto a pagar por tu producto.
- Escucha. Siempre es importante, pero especialmente al principio, recoger el máximo feedback. Vende y atiende tú a tus clientes, para aprender de primera mano lo que piden y lo que objetan y cambia tu producto según lo que te digan.
- Hazlo manual en un principio. Es fundamental automatizar tus productos digitales pero, en los comienzos, deberías hacerlo todo lo más manual posible, pues así podrás entender bien todo el proceso y los obstáculos que podrás encontrar en el futuro. Una buena idea sería hacer sesiones “one to one” para interactuar con tus clientes y conocerlos mejor.
- Mídelo todo. Tienes que ser un obseso de la medición. Medir cada paso que des: cuánta gente ve el anuncio, cuántos entran en la landing, cuántos de los que entran se registran, cuántos se registran pero no asisten, cuántos asisten pero no reservan llamada de estrategia, cuántos reservan llamada pero no compran… En cada paso, pregúntate qué puedes mejorar, prueba algo diferente, vuelve a medir y compara.
- No vendas a quien no lo necesita. Tus consumidores son solo aquellas personas que realmente necesitan tu producto y van a mejorar gracias a él. Esa mejora será la que te de una buena reputación. Si no consigues lo que prometes hablarán mal de ti, aunque no sea tu culpa.
- Pon en valor tu oferta. Todo lo que das tiene un precio y debes ponerlo en valor. Los vídeos, las plantillas, la documentación, los ejercicios, los contactos.. Desglosa tu oferta y da valor a cada subproducto de tu producto.
- Casi ningún producto digital funciona bien la primera: testea y mejora. Puedes tener suerte y que funcione nada más lanzarlo, pero lo habitual es que necesites un aprendizaje para conseguir un producto de éxito. No no te desanimes. Testea, retoca y aprende de cada error y cada prueba.
- Aunque ya estés vendiendo, sigue mejorando. Aunque ya te vaya bien, nunca olvides el punto anterior. No dejes de testear e intentar optimizar la inversión y escalar en el negocio.
- Tus nuevos proyectos deben ser tu obsesión. Un emprendedor se levanta y se acuesta con su negocio en la cabeza. Todo gran negocio empieza siendo una obsesión y vuestro negocio digital también debe serlo.