comevaJoaquín Barber Peiró y Joaquín Barber Deusa son padre e hijo. Trabajan juntos en J.Barber Asociados, el despacho que fundó Joaquín Barber (padre) en Gandía hace más de 25 años. Comparten profesión, visión, ideas y planteamientos acerca del presente y el futuro del trabajo de asesoría empresarial. Pero también comparten una condición a la que nos hemos querido acercar con ellos: ambos son colegiados de COMEVA y aportan experiencia y juventud. Con algunos años de diferencia, pero con la convicción de que formar parte del Colegio de la Empresa es la mejor opción para los profesionales de este sector. Por eso coinciden en animar a diplomados en Ciencias empresariales, graduado en ADE, en Finanzas y Contabilidad a aprovechar la actual campaña de colegiación en COMEVA

Joaquin Barber (padre) asegura que la experiencia de formar parte del Colegio es más que satisfactoria. ‘Yo me colegié hace más de 30 años, cuando terminé mis estudios de perito mercantil. En aquella época, todos nos colegiábamos y gracias a formar parte del Colegio, hemos podido convertirnos en licenciados o graduados en ADE, en auditores de cuentas y ha sido gracias al esfuerzo que han hecho las sucesivas juntas del Colegio por dar a los colegiados la mejor formación’.

Formación, aprendizaje, actualización, práctica… son algunas de las palabras en las que coinciden continuamente Joaquín Barber padre y su hijo. Para ambos, la preocupación del Colegio por la formación de los colegiados es una de las principales señas de identidad de esta institución centenaria. ‘En asesoría fiscal es imprescindible mantenerse continuamente actualizado –dice Joaquín Barber (hijo)– y en COMEVA la calidad y la cantidad de la formación es muy alta. Tengo la experiencia de formar parte de otros colegios profesionales y en el caso de nuestro Colegio podemos añadir que, además, la formación tiene un precio asequible’.

COMEVAFormación práctica y aplicable

Joaquín Barber (hijo) tiene la doble licenciatura de Derecho y ADE y decidió ingresar en el Colegio Oficial de Titulares Mercantiles y Empresariales para impulsar el área legal en el despacho que fundó su padre. Para este fin, la formación del Colegio ha sido una herramienta fundamental. ‘Para  el día a día de un despacho necesitamos práctica y ejemplos reales, la teoría ya la buscaré yo. En los cursos se tratan casos reales, algunos que  ni siquiera están aún contemplados en la teoría. Cuando viene un magistrado o un inspector de Hacienda en activo, aprovechamos para preguntarle por casos prácticos y cotidianos de nuestros clientes y esas respuestas que nos dan sí que sirven’, cuenta Joaquín Barber (padre). ‘’Aquí no viene nadie a hablar de su libro’, añade Joaquín Barber (hijo).

“Hay un calendario que, al margen de modas y tendencias, siempre se tiene que cumplir y que va de la mano del día a día de los despachos’, dice Joaquín Barber (padre). “Siempre va a haber sucesiones, donaciones, transmisiones patrimoniales complejas, con IVA, sin IVA, la renta, con la que hay que cumplir cada año”, añade.  Los dos están de acuerdo en que la realidad económica es muy cambiante y reflexionan sobre la necesidad de adaptarse: ‘Hoy en día estamos viendo una tendencia muy clara de autoempleo. Los despachos tenemos que adaptarnos a esta realidad y adecuar la práctica mercantil para saber cómo funcionar ante esta realidad. El reto ahora es aprender más sobre creación de empresas’.

¿Por qué debería colegiarse un profesional?

Ninguno de los dos duda ni un instante. Joaquín Barber (padre) insiste en que si no fuera por el Colegio, los profesionales de su edad, se habrían quedado desactualizados. ‘En 30 años de colegiado –explica- , he visto cómo el Colegio se ha adaptado a todo y los colegiados hemos hecho el mismo esfuerzo de modernización y actualización’.  Su hijo, recientemente colegiado, tiene claro que recomendaría a todos los recién licenciados y graduados que se colegiaran: ‘No es sólo la formación, es también la posibilidad de entrar en una bolsa de trabajo, tener más oportunidades de encontrar un empleo y estar en contacto con profesionales en activo de los que hay mucho que aprender’. Añade que “para los jóvenes, va a ser difícil llegar al nivel económico de las generaciones anteriores. Por eso aconsejo la colegiación, porque no puedes estar un periodo de tiempo largo en búsqueda de empleo, sin formarte y actualizarte y sin estar a la vista de los despachos que, cuando buscan gente, acuden al Colegio’.

 

Los despachos, termómetro de la marcha económica

Desde su despacho en Gandía, un observatorio privilegiado para analizar el estado de la economía, los dos coinciden en una idea: “las empresas ya no caen más”. Según Joaquín Barber (hijo), “desde hace un par de campañas, se nota movimiento, se está contratando personal, hay nóminas… y todo eso es un indicador de que, al menos, ya no estamos en caída”. Joaquín Barber (padre) asegura que esta ha sido la crisis económica más grave de todas las que ha visto desde el despacho: “Ha sido la peor porque ha sido muy larga, veníamos de un crecimiento muy rápido y la recuperación es lenta. Yo diría que se empieza a ver la luz, pero todavía se nota una especie de parálisis: hay muy poca gente que se decida a cambiar una máquina en un taller porque tampoco tienen claro si van a tener trabajo y a la fábrica que produce esa máquina no le entran pedidos. La rueda del consumo, cuando se para, es complicado volver a ponerla en marcha”.

 

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