La constante subida de precios de la energía y los suministros, las secuelas de la pandemia y la crisis provocada por la guerra de Ucrania ha puesto contra las cuerdas a miles de pequeñas y medianas empresas españolas. Así lo desvela el último barómetro de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en su último barómetro. Según este informe, el 95% de las pymes españolas han visto cómo sus cuentas se resentían en los últimos meses a causa de la inflación provocada por estos acontecimientos. De ellas, un 60% reconoce que ha sufrido de manera significativa, mientras que la mitad notificaron reducciones considerables de sus márgenes de beneficios. En concreto, para el 70,83% el encarecimiento de los precios está impactando en el coste de los suministros y el 29,17% en la factura energética.
Las conclusiones de este barómetro, elaborado a partir de un muestreo de 700 empresas durante el primer trimestre de 2022, no son muy halagüeñas pues el 40% de las pymes considera que su nivel de ventas se mantendrá en valores similares a los actuales durante todo el año. De hecho, un 15% de las empresas encuestadas considera que la supervivencia de su negocio en los próximos meses está en peligro y un 15,83% se ven obligadas a acceder a financiación para afrontar los mayores gastos, ya que muchas de ellas no pueden repercutir los costes en el precio final. Así, el 42% de las pymes que participaron en esta encuesta, asegura que no está repercutiendo el aumento de costes en los precios, mientras que algo más de un 58% sí que está trasladando el increméntelo de costes. En cualquier caso, el aumento de precios no siempre es suficiente para compensar el encarecimiento de los precios de la energía y por tanto, para garantizar su viabilidad.
Financiación alternativa, una buena opción para la continuidad de las pymes
Ante esta nada esperanzadora perspectiva, la financiación alternativa se erige como una de las mejores opciones para garantizar la continuidad y el futuro de las pymes españolas. Así lo asegura Jordi Solé Tura, socio director ejecutivo de Kreedit, una de las mayores empresas de financiación de pymes en España, quien afirma que “es más importante que nunca que las empresas eliminen posibles prejuicios vinculados a las alternativas extrabancarias, explorando otras vías de financiación. No se puede poner en riesgo la viabilidad de las empresas por renunciar a las nuevas opciones que nos ofrece el mercado”. En este sentido, Solé Tura destaca la figura de los operadores extrabancarios, los cuales tratan de proyectar siempre la evolución futura de la empresa. Por tanto, “si una empresa tiene unos balances endeudados y genera poca caja, por esta vía se obtendrán mayores oportunidades, ya que la banca tradicional no concede ayuda alguna, si los números no han salido hasta ahora, sin tener en cuenta las previsiones de futuro”.
La opinión de Solé Tura es firmemente respaldada por el segundo Barómetro empresarial Fintech y Financiación Alternativa elaborado por el Instituto de Estudios Financieros (IEF) y la consultoría financiera Altria Corpo. Un estudio, del que hoy nos hacemos eco, que destaca que el 71% de las empresas conocen la financiación alternativa, pero que tan solo el 39% de las empresas saben del fintech. El director general de IEF, Josep Soler, habla de la importancia de cambiar esta situación: “ante la inflación que estamos viviendo, la importancia de la financiación alternativa irá creciendo vinculada a un potencial aumento de los tipos de interés. Una situación que se llegará a producir si el Banco Central Europeo (BCE) apuesta por el alza del coste del dinero, provocando un encarecimiento y una reducción del crédito bancario”.
Ventajas de la financiación alternativa respecto de la financiación bancaria tradicional
Entre los beneficios de la financiación alternativa destaca la flexibilidad en los plazos y las condiciones, en ocasiones, unas menores garantías exigidas y, fundamentalmente, la diversificación que consiguen las empresas en sus fuentes de financiación más allá de las bancarias.
A pesar de estas incuestionables ventajas, según la encuesta, el 47% de las empresas han utilizado la financiación alternativa solo en alguna ocasión. El factoring, el renting y el leasing son los más usados por las empresas en un 39%, mientras que solo un 23% ha utilizado proveedores de fintech, siendo el anticipo de facturas la más utilizada con un 11% del total de empresas encuestadas.
Según los expertos, estas cifras deberán aumentar para afrontar, entre otras circunstancias, el vencimiento de las carencias de los créditos ICO, que llegarán en los próximos meses, entre marzo y julio, cuando las empresas tendrán que hacer frente a la devolución de estos créditos, pese a que en muchos casos no los podrán asumir. Esto, unido a la renovación de las líneas de crédito ICO, que vencerán en 2023, hace que se abra una ventana de oportunidades tanto para la financiación alternativa como el fintech, que ganarán terreno a la financiación bancaria en los próximos años. Y es que, las expectativas sobre la concesión de créditos son muy diferentes entre los proveedores de financiación alterativa y las entidades bancarias. Éstas, más allá de considerar la cuenta de resultados como una premisa básica, aseguran que subirán los intereses y que podrían conceder menos créditos. Por su parte, la perspectiva de la financiación alternativa, según el estudio, es muy diferente, pues aseguran que mantendrán los intereses y concederán más créditos.
El barómetro, destaca que en 2022 el 77% de las empresas tendrán que buscar nueva financiación y las condiciones de los bancos y de la financiación alternativa serán clave. En este sentido, el 70% de las empresas cree que será más difícil poder acceder a crédito bancario, lo que hace que crezcan hasta el 57% las empresas que no descartan buscar financiación alternativa este año.