Cuando estamos a punto de cumplir un año de lucha contra la pandemia, las empresas y en concreto, sus departamentos de Recursos Humanos, siguen teniendo una prioridad absoluta: la salud y el bienestar de sus empleados. 2020 nos enseñó que la tecnología es nuestra mejor aliada para poder continuar trabajando en equipo a pesar del aislamiento físico y la necesidad de trasladar nuestro lugar de trabajo a nuestros hogares. Así, hemos aprendido que el trabajo a distancia es posible, conservando una productividad igual e incluso superior a la de antes del Covid 19. También hemos comprobado cómo el trabajo remoto se puede alternar con el presencial y que para ello la tecnología y la conectividad son fundamentales. Ordenadores, tablets y teléfonos móviles se ha convertido en nuestros mejores compañeros de trabajo y las capacitaciones online son cada día más necesarias para mantenernos conectados.

Esta crisis ha puesto a prueba nuestra creatividad, agilidad y capacidad de innovar para seguir creciendo, ha dado mayor protagonismo a la comunicación y ha enseñado a los líderes que conseguir la confianza de sus trabajadores es fundamental para construir un futuro. Y, como decíamos, ha situado en el centro de todo la seguridad y el bienestar físico y psíquico de todos los empleados, como base para continuar siendo productivos. Pero, a pesar de todos estos aprendizajes, ¿cómo afrontaremos un 2021 en el que tendremos que seguir conviviendo con la pandemia, hasta que estemos vacunados e inmunizados? Para responder a esta pregunta, hoy nos hacemos eco de un informe publicado por el Observatorio de Recursos Humanos, sobre las herramientas que nos ayudarán a afrontar con éxito los retos de este nuevo año laboral, marcado todavía por el COVID-19.

Herramientas para enfrentar el 2021:

  1. Limpiar el espacio de home-office. Nuestro hogar va a continuar siendo nuestro lugar de trabajo. Por ello, deberemos identificar áreas de productividad. Es decir, debemos encontrar el espacio más propicio para desarrollar nuestra jornada laboral (el más tranquilo, mejor conectado, más iluminado…). Si vamos a tener reuniones virtuales, habrá que cuidar el espacio, creando un escenario sencillo, ordenado, sin puertas o ventanas detrás y a ser posible, con un fondo corporativo. El escritorio debe tener la altura adecuada a las silla en la que vamos a sentarnos. También tenemos que tener en cuenta la distancia con los monitores y conseguir un espacio donde todo aquello que vamos a necesitar tenga su lugar y esté ordenado. El orden físico ayuda al orden mental. Tenemos que comenzar el año limpios y abiertos a nuevos retos y por ello es importante deshacerse de todos los papeles y archivos digitales que ya no necesitemos. Por último, deberíamos mejorar las reglas de convivencia en nuestra casa y con nuestros compañeros y jefes, para así optimizar los tiempos dedicados al trabajo y a la familia, minimizando el estrés y generando más seguridad.
  2. Considerar varios planos en simultáneo. Debemos encontrar nuestras fortalezas y debilidades, nuestras oportunidades y amenazas y para poder así trazar un plan de acción para 2021 con plenas garantías de éxito. Es fundamental saber escuchar a nuestros colaboradores para conocer las necesidades, tanto en lo físico (espacios más cómodos, protocolos de seguridad, vacunaciones, etc.) como en lo virtual (seguimiento de progresos laborales, apoyo psicológico, actualización de contenidos de redes y portales internos y públicos…). En resumen, debemos definir qué podemos cambiar, neutralizar o desarrollar en beneficio del negocio.
  3. Profundizar en el aprendizaje y la digitalización. Los espacios físicos de trabajo se han multiplicado. Además de las sedes de la empresa, cada hogar de cada trabajador se convierte en una pequeña oficina en la que se trabaja de forma remota. Tenemos que saber qué tecnología necesita cada uno y si es necesaria más capacitación para aprovechar al máximo las herramientas digitales.
  4. Fijar metas posibles. Se debe aspirar a lo máximo pero siendo siempre realistas. Los objetivos deben ser alcanzables y el líder ha de saber motivar al equipo y darle los elementos necesarios para alcanzarlos. Más allá de lo estrictamente económico, hay que definir un propósito, un ideal elevado que impacte positivamente en las personas e identifique a cada colaborador con su empresa y su misión.
  5. Espacio para la diversión. Si en este momento es fundamental garantizar la salud física de cada empleado, no lo es menos cuidar su salud mental. Pieza fundamental en este sentido es la diversión. Buscar momentos de esparcimiento, placer y ocio y promover actividades físicas es vital para el rendimiento y el bienestar de nuestros colaboradores.

Con estas herramientas claras, afrontar los retos de 2021 puede ser una misión perfectamente asequible. Pero para conseguirlo, los líderes de cada organización deben dar el do de pecho. Ser más flexibles con el dónde y cuándo trabajan unos empleados sometidos a un mayor estrés e incertidumbre; dar un mayor apoyo a sus líderes inmediatos; ser empáticos; saber escuchar y transmitir un sentido de comunidad y conexión, a pesar de tener que trabajar en un entorno laboral virtual.

 

 

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