Mañana, 27 de junio, se conmemora el Día Internacional de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas. Una fecha seleccionada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017 con el objetivo de poner en valor este tipo de compañías que suponen nada más y nada menos que el 90% del tejido empresarial a nivel mundial y más del 95% en el caso de nuestro país.
Las pequeñas y medianas empresas, más conocidas como PYMES, se pueden dividir en distintas categorías en función de su facturación anual y el número de empleados.
En ese sentido, las microempresas son compañías con menos de 10 trabajadores asalariados y un volumen de negocio anual o un balance general inferior a 2 millones de euros. Las pequeñas empresas, por su parte, cuentan con menos de 50 trabajadores asalariados y un volumen de negocio inferior a 10 millones de euros. Por último, las medianas empresas, se caracterizan por contar en su plantilla con menos de 250 trabajadores y un volumen de negocio inferior a los 50 millones de euros.
Este tipo de compañías, en cualquiera de sus tres modalidades, no solo son importantes por conformar la columna vertebral del tejido empresarial, sino porque estos negocios generan entre el 60 y el 70% del empleo y se les atribuye el 50% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial.
Por nuestra parte, COMEVA está constituido como el colegio de la empresa, dando así soporte a los colegiados y defendiendo sus derechos. Por ello, queremos aprovechar esta efeméride para destacar y reivindicar la labor de las pequeñas y medianas empresas que trabajan cada día para crear riqueza y bienestar a nuestra sociedad. Unas compañías que especialmente durante este año 2020 han tenido que afrontar un reto mayúsculo como el de mantener a flote su negocio en el contexto de la pandemia del COVID-19.
Realización de ERTES a parte o a la totalidad de la plantilla, reducciones de aforos, implementación del teletrabajo, extremar las medidas de seguridad… estas han sido nuevas situaciones sobre las que han tenido que trabajar las PYMES en el marco de un escenario sin precedentes en el que muchas de las variables se han tenido que improvisar.
Un paradigma que, sin duda, ha dado un giro de 180 grados a los planes empresariales de las compañías que han tenido que adaptarse como han podido. Por ello la celebración de este día resulta especialmente relevante este año.
Retos de las PYMES
Además del escenario incierto en el que nos encontramos, las pequeñas y medianas empresas se enfrentan a retos a los que deberán adaptarse en el medio plazo. Uno de ellos es la digitalización. Si esta era ya uno de los ejes de la mayoría de las PYMES, el contexto actual ha provocado una aceleración en este aspecto. Ya que la digitalización de los procesos, las comunicaciones y el almacenamiento de información son herramientas que sin duda permiten optimizar y agilizar las dinámicas y la toma de decisiones, algo que resulta especialmente importante en el caso de las pequeñas y medianas empresas.
Además, en los últimos meses gran parte de la actividad se ha trasladado al plano online, otorgando un impulso al comercio electrónico que las PYMES deberán gestionar y tratarlo como el reto, y a la vez oportunidad, que es en el contexto actual.