Por Juan José Estruch, decano de COMEVA
En estos tiempos tan difíciles nuestros colegiados, es decir, vosotros, estáis ahí, al pie del cañón, dando como siempre lo mejor de vuestro saber y pericia al servicio de la sociedad y de vuestros clientes.
Todo ello, en un entorno complicado por los tiempos de gran incertidumbre que vivimos. Momentos en los que día a día, los Titulados Mercantiles son capaces de resistir adaptándose a las circunstancias propias del medio que nos rodea.
Creo que esto es algo que nos identifica y que ha hecho que nuestro colectivo permanezca en el tiempo. Sabemos resistir y lo hacemos porque trabajamos con mucha ilusión. Nuestro oficio, sus retos y la casuística que genera hace que estemos acometiendo retos con el fin de superarlos y seguir en la brecha.
Para ello, en el colegio, nos basamos sobre todo en prestar, asegurar y establecer una magnífica formación en las distintas materias a las que nos dedicamos. La formación no es algo caprichoso, sino más bien necesario, como decía Benjamin Franklin.
Quiero dedicar unas palabras a los nuevos colegiados que se integran en nuestro colegio con la ilusión de desarrollar una activa vida profesional. No penséis que el hecho de empezar vuestra senda profesional está marcado por la inexperiencia, todos hemos pasado por ahí, pero para adaptaros, actualizaros y ganar día a día más confianza en el trabajo que venís haciendo, tenéis que saber que este colegio os apoyará de la mejor manera posible rodeados de magníficos compañeros en todo su colectivo y, por supuesto, por la fuerte apuesta que realizamos en cuanto a la formación en las distintas materias que comprende nuestra actividad.
No temáis a lo que viene, tenéis la ventaja de haber terminado recientemente vuestros estudios universitarios, ahora es el momento de no perder el tren de la formación, vuestra mente está mucho más receptiva y menos influenciada por los problemas típicos del trabajo del día a día.
Como decía Sixto Ríos, matemático considerado como el padre de la estadística en España: “No hay mejor práctica que una buena teoría”, una máxima que han hecho uso otros personajes ilustres. También, tened en cuenta que como dijo Pasteur: “La fortuna juega a favor de la mente preparada”.
¿Cómo se consigue estar ahí, progresar y cada vez superarse? La respuesta está basada fundamentalmente en la capacidad de trabajo que tengáis, las ganas de trabajar, vuestras llamadas de calidad a los clientes, etc. Así lo decía el científico alemán Albert Einstein: “El genio es el 1% del talento y 99% del trabajo”.
A los que han cumplido bodas de plata, aunque sé que es muy fácil decirlo, debéis seguir a tope con vuestra vida profesional, en los tiempos que estamos viviendo se han dado situaciones que merecen ser mencionadas.
Como vosotros sabéis, durante muchos años, algunos de nuestros compañeros se especializaron en materia concursal en cuanto a quiebras y suspensiones de pago. No sé si es casual, pero precisamente en el año 2003 nace nuestra Ley Concursal que sustituye a las anteriores Leyes de quiebras y suspensiones de pagos, entrando en vigor después de un año de vacatio legis. Con su entrada en vigor comenzó una crisis sin precedentes que todos conocéis en España como “La crisis del ladrillo”, siendo esta nueva Ley Concursal aplicada de inmediato en innumerables casos, produciéndose una gran cantidad de insolvencias que gracias, entre otros, a nuestro colectivo se han venido desarrollando generalmente con bastante éxito basándose en nuestra practicidad. Nuestros Titulados Mercantiles han resuelto muchos de estos asuntos porque han sido capaces de adaptarse al entorno del momento, recordando como decía Keynes que “los mercados pueden mantener su irracionalidad más tiempo del que tú puedes mantener tu solvencia”.
Y al hilo de esta frase, aprovecho para deciros que seguiremos usando las leyes Concursales. Con las heridas producidas por la anterior crisis, ahora nos encontramos en la entrada de otra -pero de tipología cíclica- cuya progresión será inmediata y creciente debido al entorno político de incertidumbre en el que se encuentra inmerso nuestro país. De esta forma, resulta inevitable que las inversiones de empresas extranjeras caigan e incluso salgan del entorno económico de España.
La explicación es muy sencilla, en términos de marinería cuando un buque se avería se dice que está navegando sin gobernó y, por tanto, su singladura es producto de ir hacia la deriva, claramente una situación descontrolada.
Por ello, vamos a tener mucho trabajo, apoyando a los empresarios en todas las vicisitudes en las que se vayan encontrando una vez acabada la crisis como, por ejemplo, con la ayuda de la implantación y creación de nuevas empresas.
Este tipo de situaciones tan dinámicas nos obligan a pensar en la resolución de problemas a corto plazo, ya que como diría Keynes: “los periodos largos son una guía engañosa para los temas de actualidad, ya que a largo plazo estamos todos muertos”.
Por último, a los compañeros que tienen la satisfacción de celebrar las bodas de oro, mi máxima consideración y respeto por su aplicación en la profesión, sus enseñanzas a los otros que vinieron detrás y la reafirmación de que somos un colectivo con una gran historia en un colegio como el nuestro con más de 115 años.
