Seguramente, en alguna ocasión, si tu cartera de valores de la empresa registra pérdidas te has cuestionado si debes contabilizarlo como un deterioro o debes llevarlo directamente al resultado del ejercicio, pues bien, aquí te damos la respuesta.

En primer lugar, cabe destacar que las empresas deben clasificar sus activos financieros en unas categorías determinadas a efectos de su registro y su valoración contable. Deben hacerlo tanto las que utilizan el Plan General Contable Pyme como las que, por su parte, utilizan el Plan General Contable Normal. De esta forma, en función de la categoría asignada en el registro inicial de la inversión financiera se actuará de una forma u otra.

¿Qué tipo de activos existen y cómo debemos actuar? Por una parte, nos encontramos con los activos financieros mantenidos para negociar y por otra, los activos financieros a coste o a coste amortizado.

Si se trata del primer caso, activos financieros mantenidos para negociar, a fecha de cierre del ejercicio se evaluarán por su valor razonable con imputación de los cambios en dicho valor directamente en la cuenta de pérdidas y ganancias.

En cambio, si nos encontramos con activos financieros a coste o a coste amortizado, a fecha de cierre del ejercicio se seguirán valorando por su coste en el primer caso o por su coste amortizado en el segundo, por ello, en caso de que nuestra empresa tenga pérdidas debemos registrar el correspondiente deterioro de valor, suponiendo que el mismo sea reversible.

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