En España hay 97 tipos de impuestos, incluyendo en esta cifra los del Estado y los de las comunidades autónomas. Tras el anuncio de nuevo impuesto sobre bebidas azucaradas y carbonatas se llegará a los 98 y, si finalmente se acaba creando otro de tipo mediaombiental, llegaremos a los 99. Si se tienen en cuenta los de los ayuntamientos y otras entidades locales la cifra se dispara notablemente.
Así se recoge en un estudio publicado por la Fundación Impuestos y Competitividad, que señala que España es el país de la UE más descentralizado en cuanto a capacidad normativa en materia fiscal. Incluso de los 34 países de la OCDE, solo Canadá (49%), Suiza (39%), EEUU (36%) y Suecia (35%), superan a España (32%) en cuanto a porcentaje de recaudación tributaria de gobiernos regionales y locales respecto del total.
Si tenemos en cuenta que sólo un impuesto como el de Sucesiones y Donaciones recaudó en el 2013 la cantidad de 2.400 millones de euros y que los tributos autonómicos de aquel año (68 concretamente) recaudaron 1.800 millones de euros, parece comprensible que los expertos aseguren que la actual disparidad normativa no asegura mayores índices de recaudación y que un sistema más simple dota al sistema de mayor seguridad jurídica
Como ya se anunció antes de finalizar el año, durante el 2017 está previsto que entre en funcionamiento un nuevo tributo para las bebidas azucaradas y carbonatadas. Su creación se espera para las primeras semanas del año y, aunque todavía no se han dado muchos detalles sobre la figura, los cálculos del Gobierno es que aportará 200 millones de euros.
En el ámbito medioambiental, Hacienda adelantó a comienzos de este mes, cuando explicó la nueva subida de impuestos, que recaudará con las figuras medioambientales cerca de 500 millones de euros, pero no está claro todavía como se llevará a cabo esa recaudación.
La maraña tributaria en España roza los 100 gravámenes
