La profesión de auditor es una de las más demandadas sobre todo en periodos de crisis. En las que las compañías se preocupan por analizar minuciosamente sus cuentas y procesos contables con el fin de optimizar los recursos, evitar desajustes económicos y ser responsables y transparentes. El trabajo del auditor de cuentas consiste en verificar que los libros contables de una empresa o institución son fiables y veraces. El auditor comprueba que todo cuadra y se asegurará que no existen errores, incongruencias o indicios de fraude.
En grandes empresas es habitual encontrar un departamento de auditoría interna, pero cada vez más el auditor se convierte en una figura esencial también en las medianas y pequeñas empresas. La labor del auditor va más allá del simple control de cuentas y se valora especialmente su papel como asesor que ayuda a la compañía a identificar deficiencias y errores en las cuentas y a optimizar todo su proceso contable.
¿Quién y cómo puede ser ser auditor?
En España, de acuerdo con la ley de Auditoría de Cuentas, para ejercer la profesión de auditoría es necesario estar inscrito en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC) del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC). Al ROAC se accede después de superar unas pruebas teóricas y prácticas y acreditar una experiencia profesional en una firma o despacho durante un periodo establecido de tiempo.
Existen cursos de formación para preparar el examen del ICAC como los que ofrecemos en COMEVA. Además, desde el Colegio, apostamos por la formación y el reciclaje continuo de los profesionales que ya se dedican a la auditoría, con jornadas de formación como el V Curso de Formación Especializada en Materia Concursal 2016 previsto para el 3 de febrero.
